Por Magdalena Claude
Fuente fotografías: Magdalena Claude |
"El espacio y el tiempo. El tiempo y el espacio. Dos categorías que sirven para explicar toda realidad, dos coordenadas que se entrecruzan para decir un algo antes indefinido, inexistente. Todas las preguntas posibles pueden ser respondidas por medio de estos dos ejes: aunque unas realidades sean más temporales y otras más espaciales” (p. 9).
Esta serie de fotografías fueron tomadas en un asentamiento (campamento) de la ciudad de Mendoza llamado Piedras Blancas, que se caracteriza por estar instalado en un vertedero de basura y no cuenta con los servicios básicos de luz y agua.
Las imágenes fueron capturadas con el objetivo de dar cuenta de un contexto que va mas allá del mero retrato de los niños, cuyos rostros reflejan una infinitud de emociones, pues capte su realidad y su propio entorno. La idea central es mostrar la cotidianidad de estos niños, el lugar donde viven, crecen y juegan. Los animales con que conviven, las callecitas por donde corren, entre otros. Para mostrar esta realidad me sitúo desde fuera, ya que es una realidad completamente ajena y desconocida hasta ese momento, debido a que los campamentos de mi país que conozco no están tan sumidos en la miseria material como aquel. Tampoco conozco a esos bellos niños y por lo mismo me interesa mostrar ese contexto en la cual se ubica su cotidianidad presente en una realidad ajena y de otro país.
“Hay realidades que se desarrollan o tienen lugar en el tiempo, es decir, tienen un comienzo y un final. Son observadas en un continuum, en una duración, sin un comienzo o un fin evidentes o visibles y en desarrollo o en mutación permanente. Así el tiempo parece estar presente en la realidad cotidiana del hombre aunque bien es verdad que de una manera un tanto inasible, inaprensible, inmaterial” (p. 9-10).
Estas imágenes pretenden posicionar un contexto de vulnerabilidad social reflejado a través de los niños y su cotidianidad, el espacio donde ellos se desarrollan y desenvuelven. Se narra desde historias distintas, ya que se intenta unir las fotografías por medio de elementos en común que las hagan conversar, generando una correlación entre los rostros de los niños y su espacialidad o entorno.
Estas imágenes reflejan a los niños y su contexto social, su espacio en un juego de posiciones. El nexo entre la niña y su entorno es el elemento que une una foto con otra, ello debido a que la historia se sitúa en un contexto bien determinado donde se mezcla lo material y lo emocional. Este contexto social se muestra la infancia y la pobreza desde los ojos de los niños, contrastando sus rostros con el lugar donde se desarrollan. Es por ello, que he seleccionado 21 fotografías para dar cuenta de esta relación de elementos que cruzan las historias, con el objetivo de jugar con lo material del contexto y lo emotivo de sus expresiones, que dan cuenta de una realidad para muchos ajena y expuesta en las siguientes imágenes.
Referencia Bibliográfica
Perec, Georges (1999). “Escribir y leer el espacio” en Especies de Espacios. Barcelona, editorial Montecinos.
Pp. 1-147.
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